Hoy estábamos en el metro, después de un largo día de trabajo (es decir, toda la tarde de compras). Eran al rededor de las 9 de la tarde y el metro estaba lleno de gente, en su mayoría cansados después de un día de trabajo (de los de verdad) y seguramente con pocas ganas de escuchar las gilipoyeces de un par de paradas (porque estamos en el INEM, siiiiii!!!!).
Esta situación para nosotras, como tantas otras, es una PROVOCACIÓN para hacer alguna tontería de las nuestras, y claro, nos debemos a nuestro público! jajaja
Pues ahí estábamos, cuando Ire le llamó a Noe por su nombre completo (Noelia)... a lo que Noe le respondió "no me llames así que me da mucha rabia... y menos en público!". Ire reaccionó como siempre, y siguió repitiéndolo para tocar las narices (es su deporte favorito... bueno, después de follar). Cuando de pronto, al amable conductor del metro, le dio por frenar y la torpe de Noe se cayó de espaldas sobre un pobre tipo que estaba detrás de ella, y casi le mete con la bolsa de las compras a una mujer que había en frente, mientras Ire le miraba con cara de "es imposible que se caiga, por eso no intento sujetarla" y no se cayó, al menos al suelo, el hombre evitó la caída :)
En ese momento, Noe tuvo un arrebato de dignidad y se separó de Ire que partiéndose el culo de ella (por supuesto, mientras seguía gritando "NOELIA por qué te caes?" y ahí se nos fue la olla.
Pasados dos minutos (que a Noe se le hicieron eternos, y seguro que a los demás viajeros también) Ire le dijo: "NOELIA! ven aquí conmigo, tía" a lo que Noe le respondió: "Paso! Estoy con mis nuevos amiguitos" mirando a la gente que tenía a su lado, y que estaban viendo toda la película que nos estábamos montado. Y como Ire no le había oído (la única en todo el vagón) , le hizo una seña como diciendo "tía, que coño has dicho" pero era demasiado absurdo para repetirlo, así que Noe se limitó a decir "NADA" y seguir mirando a sus nuevos (según ella) amiguitos, que ya le estaban mirando bastante raro (los que se atrevían a mirar). Pero Ire siguió en su línea contraatacando "Noe tía! Deja ya de hablar con tus amigos imaginarios, que te he dicho que fuera de casa la gente se asusta" (todo esto con la cara más seria que podía poner) y en ese momento, la mujer que había detrás de Noe, disimuladamente (o eso intentó) se fue apartando a pasitos, a espaldas de Noe, hasta colocarse en el otro extremo. Muy sutil si señor! A lo que siguió una carcajada de las dos (como no podía ser de otra manera).
Como todo esto no había sido suficiente (al menos para Ire) siguió torturando a Noe diciendo en voz alta cosas como, "Tía! te has tomado la medicación?" "No te la habrás saltado otra vez, que llamo a tu psiquiatra" "No te habrás vuelto a meter las cerillas en el bolso a escondidas o te lo tengo que registrar otra vez?!" todo esto con un tono de indignación. A lo que Noe respondía con cara de culpabilidad y escondiendo el bolso, en plan "Cerillas yo? Que no hombre! Sólo el mechero! jeje (risa desquiciada)".
Y cuando la gente estaba poniendo cara de miedo ya, llegamos a nuestra parada, y con un ataque de risa, nos bajamos del vagón.
Conclusión: Ire ha llegado a su casa con un par de botas, unos zapatos divinos de la muerte y dos camisetas además de una luxación de mandíbula.
Noe ha llegado a casa de Ire con un par de botas, una camiseta y una falda (a la que cogerá el dobladillo porque parece larga para ser un cinturón jajaja) más una buena dosis de agujetas en el estómago.
Nota a los usuarios del metro de Madrid: Tranquilos, que no cunda el pánico, mañana hacemos nuestro último viaje en metro juntas hasta que volvamos a vernos.
Ire y Noe.
Esta situación para nosotras, como tantas otras, es una PROVOCACIÓN para hacer alguna tontería de las nuestras, y claro, nos debemos a nuestro público! jajaja
Pues ahí estábamos, cuando Ire le llamó a Noe por su nombre completo (Noelia)... a lo que Noe le respondió "no me llames así que me da mucha rabia... y menos en público!". Ire reaccionó como siempre, y siguió repitiéndolo para tocar las narices (es su deporte favorito... bueno, después de follar). Cuando de pronto, al amable conductor del metro, le dio por frenar y la torpe de Noe se cayó de espaldas sobre un pobre tipo que estaba detrás de ella, y casi le mete con la bolsa de las compras a una mujer que había en frente, mientras Ire le miraba con cara de "es imposible que se caiga, por eso no intento sujetarla" y no se cayó, al menos al suelo, el hombre evitó la caída :)
En ese momento, Noe tuvo un arrebato de dignidad y se separó de Ire que partiéndose el culo de ella (por supuesto, mientras seguía gritando "NOELIA por qué te caes?" y ahí se nos fue la olla.
Pasados dos minutos (que a Noe se le hicieron eternos, y seguro que a los demás viajeros también) Ire le dijo: "NOELIA! ven aquí conmigo, tía" a lo que Noe le respondió: "Paso! Estoy con mis nuevos amiguitos" mirando a la gente que tenía a su lado, y que estaban viendo toda la película que nos estábamos montado. Y como Ire no le había oído (la única en todo el vagón) , le hizo una seña como diciendo "tía, que coño has dicho" pero era demasiado absurdo para repetirlo, así que Noe se limitó a decir "NADA" y seguir mirando a sus nuevos (según ella) amiguitos, que ya le estaban mirando bastante raro (los que se atrevían a mirar). Pero Ire siguió en su línea contraatacando "Noe tía! Deja ya de hablar con tus amigos imaginarios, que te he dicho que fuera de casa la gente se asusta" (todo esto con la cara más seria que podía poner) y en ese momento, la mujer que había detrás de Noe, disimuladamente (o eso intentó) se fue apartando a pasitos, a espaldas de Noe, hasta colocarse en el otro extremo. Muy sutil si señor! A lo que siguió una carcajada de las dos (como no podía ser de otra manera).
Como todo esto no había sido suficiente (al menos para Ire) siguió torturando a Noe diciendo en voz alta cosas como, "Tía! te has tomado la medicación?" "No te la habrás saltado otra vez, que llamo a tu psiquiatra" "No te habrás vuelto a meter las cerillas en el bolso a escondidas o te lo tengo que registrar otra vez?!" todo esto con un tono de indignación. A lo que Noe respondía con cara de culpabilidad y escondiendo el bolso, en plan "Cerillas yo? Que no hombre! Sólo el mechero! jeje (risa desquiciada)".
Y cuando la gente estaba poniendo cara de miedo ya, llegamos a nuestra parada, y con un ataque de risa, nos bajamos del vagón.
Conclusión: Ire ha llegado a su casa con un par de botas, unos zapatos divinos de la muerte y dos camisetas además de una luxación de mandíbula.
Noe ha llegado a casa de Ire con un par de botas, una camiseta y una falda (a la que cogerá el dobladillo porque parece larga para ser un cinturón jajaja) más una buena dosis de agujetas en el estómago.
Nota a los usuarios del metro de Madrid: Tranquilos, que no cunda el pánico, mañana hacemos nuestro último viaje en metro juntas hasta que volvamos a vernos.
Ire y Noe.
1 comentario:
para que luego digan que en el metro lo unico interesante es ver (u oler) quien se ha duchao y quien no...
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